Engin Akyürek, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Courtesy Of María Fernández, Licenciada en Dirección Escénica y Dramaturgia Universidad de Málaga

Patrimonio cultural inmaterial o “patrimonio vivo” se refiere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación, muchas de ellas relacionadas con el arte. En el caso de Turquía, y relacionado con el mundo de la interpretación, forman parte de este patrimonio los Meddah y, como legado de estos, me gustaría incluir a Engin Akyürek, en la actualidad uno de los máximos representantes a nivel mundial del importante patrimonio cultural que representan el cine y la televisión de su país.

¿Qué es un Meddah? Es una forma de arte dramático interpretado por un solo actor que pertenece a la cultura popular de Turquía. El Meddah era un actor y cantante que actuaba ante el público en los cafés de la antigua Turquía. Estos actores viajaban de una ciudad a otra. La historia que contaban la dramatizaban tras una breve introducción en verso. El Meddah interpretaba varios papeles, cambiando la voz y el tono e imitando dialectos diferentes. Como atrezzo se valía de un pañuelo y de un bastón, con estos objetos marcaba el cambio de escena y de personaje. Podía representar tanto a un hombre como a una mujer. Esta tradición, muy parecida a los trovadores de la Edad Media en Europa, es muy antigua y ha sobrevivido durante siglos hasta nuestros días. Los temas que representaba el Meddah a menudo estaban sacados de hechos reales que se modificaban según el momento, bien para agradar al público o para adaptarse, o criticar, una situación política. Solían ser interpretaciones cómicas, convirtiéndose los personajes en caricaturas y estereotipos. El espectáculo no tenía límite de tiempo. Los buenos Meddah sabían adaptar la historia según reaccionase el público.

Después de instaurarse en el siglo XX la República de Turquía, los Meddah comenzaron a realizar su trabajo en espacios estables. También se abrieron universidades y conservatorios dedicados a la enseñanza de la interpretación. Los jóvenes actores comenzaron a aprender nuevas técnicas importadas del exterior: Stanislavsky, Lee Strasberg, Yoshi Oida, etc.

Otra figura trascendental en este siglo para el desarrollo de la interpretación en Turquía fue Muhsin Ertuğrul (1892-1979), director de teatro y cine, además de actor. Ertuğrul viajó, estudió y trabajó en teatros de Francia, Alemania y Rusia durante las primeras décadas del siglo XX y antes de la Segunda Guerra Mundial. En estos países conoció a históricos del teatro como André Antoine, Paul Gravolet, Stanislavsky o Meyerhold de los que aprendió nuevas técnicas de interpretación y dirección. Muhsin Ertuğrul, cada vez que volvía a su país, compartía todas esas experiencias con sus compañeros. Fundó varios teatros en Estambul y Ankara. También participó en la organización de universidades y en la docencia. Mushin Ertuğrul destacó por ser honesto y estar muy implicado en el cine y en el teatro de su país, sin venderse a los deseos de políticos y empresarios.

Los actores turcos actuales son, pues, herederos del trabajo y arte de los Meddah y de personas como Muhsin Ertuğrul. En este pequeño resumen sobre los antecedentes del arte de la interpretación en Turquía, hay que destacar también que el cine tuvo mucha importancia en la sociedad turca durante la segunda mitad del siglo XX gracias al gran número de películas que se rodaban y emitían en los cines. Poco a poco, el rodaje de largometrajes fue decayendo e incrementándose el de las series televisivas. El boom que han experimentado las series turcas en los últimos años tiene mucho que ver con una mayor calidad en las producciones y sobre todo por haber encontrado hueco en el mercado internacional. Por esta internacionalidad de las series turcas y por la presencia de sus protagonistas en las redes sociales, hoy en día se puede medir la popularidad de muchos actores y actrices turcos por millones de seguidores en todo el mundo, nada que envidiar a las “estrellas de Hollywood”. Y, entre los actores de Turquía más admirados y queridos en todo el mundo, se encuentra Engin Akyürek.

¿Por qué Engin Akyürek podría ser —o es ya—patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad? Porque como dice la descripción de la UNESCO, utiliza técnicas de expresión y saberes, en este caso, interpretativos, transmitidos por su comunidad de generación en generación en el ámbito cultural del cine y de la televisión. Y lo hace de forma profesional y brillante, destacando en cada trabajo por su singularidad y carisma. Y como forma cultural inmaterial, es decir, “patrimonio vivo”, Engin regala experiencias únicas al público a través de sus personajes, provocando en cada individuo emociones reales, profundas e inolvidables. Como un Meddah, con su arte y trabajo ayuda a que su sociedad avance y a que el legado cultural de su país continúe y se expanda por el mundo entero.

Y como patrimonio cultural inmaterial y “vivo” que es Engin Akyürek, es obligación de todos cuidarlo y protegerlo para que pueda seguir desarrollando su labor en las mejores condiciones posibles para bien de la Humanidad. Y esto no es para alimentar su ego y convertirle en un ser arrogante, sino para cuidar y proteger a la persona que está detrás de esos personajes que tanto queremos, nos aportan y nos hacen soñar. Cuidar: “Procurar a una persona la vigilancia o las atenciones necesarias para evitarle algún mal o peligro”. Proteger: “Hacer que una persona no reciba daño o no llegue hasta ella algo que lo produce”.

La cultura nos enriquece a todos, nos hace mejores personas —o debería ser así—, nos hace crecer, reflexionar, aprender, incluso ser más guapos por dentro y por fuera. La cultura es el alimento del alma y las personas que entregan su vida para alimentarnos el alma solo se merecen nuestro cariño, respecto y atención. No lo olvidemos. Engin Akyürek es como el mar, el cielo azul, las estrellas, los ríos o los bosques en primavera, no son de nuestra propiedad. Sin embargo, existen para hacer nuestra vida un lugar más agradable, más hermoso. ¡No lo estropeemos, por favor! ¡Cuidemos y protejamos el patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad!

Nota: Agradecer a mi amigo Ali Sait Tanriverdi, joven director y guionista de cine de Estambul, por el descubrimiento que me hizo de los Meddah y de Muhsin Ertuğrul, así como de su importancia en la historia de la interpretación en Turquía.